La Pesadilla

El sol se perdió y la lluvia cayó fuerte y repentinamente. Corrí a refugiarme en mi casa pero mis padres peleaban y no se habían dado cuenta de que yo estaba afuera, así que habían puesto seguro en las puertas, y no pude entrar. Tenía frio, así que busqué algún lugar seco para refugiarme, no muy lejos de mi casa; tomé un rumbo y me dirigí a la casa abandonada que se encontraba en la esquina de la ciudadela en que vivía, abrí la puerta y corrí al segundo piso, esa casa tenía la madera rota, sus hierros viejos y oxidados, sus puertas rechinantes, era como una de aquellas casas de terror que había visto en alguna película. Tenía miedo, y regresé a la puerta de entrada, pero la puerta ya no estaba, era como si la casa quisiera que yo me quedara, las lagrimas empezaron a correr por mi cara, tenía que buscar otra salida, me dirigí hacia las ventanas pero por más que quería llegar a ellas y saltar, no podía, algo me sostenía, estaba temblando de miedo. De pronto algo apareció, era un enorme y espantoso bulto blanco, y yo casi me orino del susto, al parpadear me encontré rodeado de esos pavorosos seres, abrieron la boca y gritaron todos juntos:
— ¡Andreeeeeeeeeees!!!!.
Traté de escapar, tropecé con algo en el piso y caí de bruces. Luego solo la oscuridad. Abrí los ojos y me encontraba abrazando a mi almohada, me di cuenta que solo fue una pesadilla, pero entonces empezó a abrirse la puerta, me asuste nuevamente, pero apareció mi mamá y me dijo:
— ¡Andrés! ¿Porqué no te levantas? llevo treinta minutos gritándote, te vas a hacer tarde a la escuela.
Uffff, todo sigue normal, y justo pitó el autobús de la escuela, y me pregunté: ¿Qué me dirán si llego tarde?, otra vez….


Juan Fernando Sarmiento

¿Por qué me llevan preso?


Mauricio entro a comer en una chifa, porqué tenía mucha hambre. Y como hacía mucho calor, el sudor le resbalaba por su rostro moreno de afroecuatoriano. Al ingresar, su gran estatura impactó a toda la gente que allí se encontraba. Se sentó, y cuando iba a pedir su almuerzo el mesero se sintió intimidado. Tomó su orden con cierto nerviosismo, y aprovechó que Mauricio se fue al baño para llamar a la policía.

Mauricio no terminaba aún de comer y varios policías y lo tomaron prisionero, èl no sabía porque le llevaban preso, estaba desconcertado y asustado. Solamente llegó a comer.

Luego supo que lo tomaron preso porque lo confundieron con un delincuente, por ser de color de piel distinto...


Opinión: Me parece mal que la gente se deje guiar por el color de la piel en pleno siglo XXI.
Paulo Esteban Sarmiento

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